EQUIPOS:
Cada equipo juega con
seis jugadores que pueden ser sustituidos. Tres de los jugadores forman la
línea delantera, en tareas de
ataque y los otros tres se colocan detrás y actúan de defensores o zagueros.
ROTACIONES: Cuando un equipo anota un punto
será el encargado de poner en juego el balón. Cuando se arrebata el saque al
contrario, los seis jugadores tienen que rotar su posición en el campo en el
sentido de las agujas del reloj. Esto hace que todos los jugadores se vayan
alternando en las posiciones de delanteros y zagueros. Para que la disposición
sea correcta, no es necesaria una determinada geometría, sino simplemente que
al iniciar cada punto, en el golpe de saque, cada delantero tenga al menos un
pie más adelantado que el zaguero correspondiente, y dentro de la misma línea
los laterales al menos un pie más exterior que el jugador en posición central.
A partir de ese momento cada jugador puede moverse libremente siguiendo el
juego. Con estas reglas, las disposiciones iniciales pueden ser muy variopintas
y las consiguientes estrategias suficientemente abiertas.
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